El barcelonismo llevaba once años esperando celebrar un título de Liga en el Camp Nou y tendrá que seguir haciéndolo. El Villarreal retrasó el alirón del Barcelona y aguó la fiesta azulgrana con un gol de Joseba Llorente en el descuento (3-3) cuando parecía todo hecho. El conjunto de Guardiola volvió a ser muy superior a su rival, pero no sentenció y en la recta final se vio superado por un Villarreal que fue con todo arriba. Ahora tendrá que esperar al próximo sábado porque, curiosamente, puede ser el mismísimo Real Madrid el que le puede dar el título si los blancos no ganan en El Madrigal.
Lo que sucedió en el Camp Nou fue de expediente 'X' porque hasta el minuto 78 nadie podía imaginar que este partido no lo iba a ganar el conjunto culé. El Barcelona era dueño y señor de un encuentro en el que el espectáculo estaba en las gradas. Con el 3-1 al descanso nada podía perturbar al futuro campeón y menos viendo el dominio aplastante de la segunda mitad. Pero la relajación, el despertar del Villarreal, la colocación de los astros o simplemente lo raro y bonito que es a veces el fútbol hizo que el panorama cambiara. Así, el conjunto de Manuel Pellegrini pasó de ser una marioneta a empatar un encuentro en el que prácticamente no había hecho nada.
Mérito de ello fue la actitud del Barcelona, que salió desde el principio con ganas de pegarse un homenaje. Así lo demostraron los dos avisos de Etoo y Xavi previos al tanto de Keita. El maliense tuvo la fortuna que le faltó a sus compañeros puesto que su disparo tocó lo justo en Gonzalo para poner el esférico lejos del alcance de Diego López. Ya se coreaba el "¡campeones, campeones!" cuando el Villarreal hizo el primer ensayo de cómo aguar una fiesta. En su primera llegada, en el ecuador de la primera parte, Joseba Llorente empujaba a la red un servicio de Rossi.
La segunda parte fue un monólogo azulgrana hasta que el Villarreal se puso 2-3
La disposición claramente ofensiva que planteó Pellegrini podía conllevar esto, es decir, que al conjunto castellonenese le costará robar balones pero que cada vez que llegara lo hiciera con peligro. Por eso al minuto de empatar estuvo a punto de ponerse por delante si no llega a ser por el paradón que le hizo Víctor Valdés a Rossi en un espléndido remate de cabeza. No obstante, ahí 'murió' el Villarreal, porque la maquinaria azulgrana se puso de nuevo a funcionar y así llegaron los goles de Etoo, tras un regalo de Iniesta, y de Dani Alves, de golpe franco, antes del paso por vestuarios.
Con dos goles de renta, la segunda mitad parecía sobrar y más viendo el monólogo azulgrana, al que sólo le faltaba rematar la faena con la enésima goleada. De hecho así pudo ser si Teixeira Vitienes no hubiese señalado un fuera de juego inexistente de Etoo en una jugada que había culminado en gol Xavi. Los dos jugadores del Barça fueron protagonistas a la inversa de otro gol anulado, aunque esta vez estuvo bien el linier.
Un final inesperadoSin embargo, como suele pasar, si perdonas la pagas y así le ocurrió al 'Pep Team'. En la recta final le pasaron todas las desgracias. Primero fue expulsado Abidal por cometer penalti sobre Nihat que le impedirá jugar la final de la Copa del Rey. Luego Mati Fernández transformó la pena máxima. Y al final, el aplazamiento de la fiesta. El 2-3 elevó los ánimos del Villarreal, que con uno más se fue hacia arriba y logró el empate en el descuento. Joseba Llorente se revolvió ante Puyol y marcó con la zurda sin tiempo para que el Barcelona reaccionara.
El gol enmudeció por unos instantes un Camp Nou que esperaba la fiesta tres años después de la última y once desde la que se consiguió en casa. Para colmo al término del partido se confirmó la lesión de Iniesta, que no podrá jugar la final de Copa y que tendrá que esperar a las pruebas médicas para saber si llega a la final de la Liga de Campeones.
